Por Raquel González Setién
Tras una breve pausa las últimas semanas que por una cosa u otra se alargó, ya estoy de vuelta. Por fin, tras un mes de diciembre extremadamente intenso en cuanto a chocolate (esto implica trabajo) tanto en Balmaseda como en Bergen, llegaron las vacaciones para mí, que esta vez fueron en Bali, Indonesia, pasando un par de días por Kuala Lumpur.Post sobre el cacao indonesio y café llegara la semana que viene.
A la vuelta, esperaba un curso que preparar, aunque la semana estaba bastante llena de actividades en el frente cafetero. Y en el curso, con Magdalena y algunas de sus chicas, nos dedicamos, además de pasarlo muy bien, a colorear bombones, muy básicamente, y solamente de una de las maneras, y también a preparar bombones con un relleno muy líquido. También preparamos unos creminos, ya que tanto habíamos hablado de ellos, que eran ejercicio obligatorio.
Creminos |
Para los bombones líquidos, elegimos un relleno de vino tinto y fresas, algo que a mí madre le encanta. Tras una cata curso de vinos con el personal del bar Skamata, nos juntamos con un par de litros de vino tinto que había que aprovechar, así que ¿que mejor manera que para unos bombones? así que tras mucha reducción y unas cositas más, conseguimos un relleno de vino al que añadimos unas fresas para dar un poquito más de cuerpo. Aun así, el relleno era bien liquido, así que esto nos permitió practicar el doble cierre para bombones con relleno muy liquido. Para estos bombones elegimos un chocolate blanco, pues el vino, a pesar del azúcar y la reducción, era un tanto ácido. Así contrastamos la acidez del relleno con la dulzura del chocolate blanco.
Para los bombones de chocolate negro, de un 75% de cacao dominicano, muy frutal, el relleno consistió en un ganache de chocolate blanco, albahaca y pimienta de Sarawak. Quedaron realmente ricos.
bombones de vino tinto y fresas |
Otro modelo que hicimos para probar rellenos más líquidos que los ganaches fue unos bombones de chocolate negro, con una crema de frambuesa Silvestre, recogida aquí en Noruega y marinada en vodka de 70%, con su respectiva frambuesa.
Y esto, con algunas cositas más, en un poco más de cuatro horas,y pasándolo muy bien.Y lo bueno del chocolate, es que no hay límites en cuanto a con que lo podemos rellenar, siempre y cuando nos atengamos a ciertas normas de maridaje. ¿Se os ocurre algún sabor especial para un bombón?😋🍫
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