Como lo prometido es deuda, aquí estoy con la conserva de bonito. Es una conserva de las más fáciles de hacer y la recompensa que se obtiene es enorme ya que hay una gran diferencia entre el bonito embotado y el comprado. Estoy segura de que si te animas y pruebas repetirás año tras año.
Las cosas que tienes que tener en cuenta:
1. Comprar un bonito grande (de más de 10 kilos mejor) para que tenga el mínimo desperdicio posible.
2. Que el bonito esté a buen precio, cuando publico este post un buen precio es de unos 5-6 euros para abajo. Cuanto más barato mejor claro! Pero si compras a menos precio y el bonito es muy pequeño tendrás que comprar 2 y desperdiciarás 2 cabezas, etc.
3. Pedir que te quiten la ijada (que la guardas o congelas para asarla al horno ) y que te corten el resto en rodajas de la altura de los tarros, en mi caso unos 3-4 dedos de altura.
Bien, con todo esto ya tenemos preparado el pescado para iniciar nuestra conserva.
Lo que vas a necesitar tener preparado:
1. Sal gorda, toda la que consideres necesaria para cubrir las rodajas de bonito como si se tratara de hacer un pescado a la sal. Compra la más barata (luego la vas a desechar).
2. Aceite, en mi caso he usado de girasol para que no le de especial sabor.
3. Vinagre de vino clarito.
4. Una cazuela amplia. Cuanto más grande sea el culo de la cazuela más rápido vas a ir.
5. Unas bandejas amplias y planas para poder poner las rodajas de bonito con la sal (yo uso unas desechables pero luego no las desecho sino que las reciclo).
6. Alguna jarra.
7. Botes de cristal para embotar con sus correspondientes tapas. Con un bonito de 10 kilos te saldrán unos 20 botes de 350 ml.
8. Una cazuela amplia y profunda para realizar el vacío.
Cuando ya tengas ya todos los ingredientes y los utensilios preparados busca una mañana o una tarde en la que tengas tiempo y manos a la obra!
1. En primer lugar dispones sal en las bandejas planas, después pones las rodajas de bonito y las cubres enteras con sal.
2. Las mantienes así durante 2 horas.
3. Pasado este tiempo les quitas la sal ayudándote de un poco de agua. Pero ojo no las deslaves demasiado, se trata sólo de retirar la sal no de aguar las rodajas.
4. Una vez limpias, pones en la cazuela el doble de aceite que de vinagre y sumerges las rodajas en esta mezcla. El líquido tiene que tapar todo el pescado. Puedes poner tantas rodajas a la vez como te quepan en la cazuela.
5.Pones la cazuela al fuego y dejas que se vayan haciendo en este líquido, hasta que el corazón de las rodajas cambie de color (es decir la rodaja esté cocinada).
6. Las sacas y las dejas enfriar. Mientras enfrían vas haciendo lo mismo con todas las rodajas del bonito. Si necesitas más líquido añade siempre el doble de aceite que de vinagre a la cazuela de forma que las rodajas se mantengan siempre sumergidas completamente.
7. Una vez frías las limpias quitándoles la piel y las espinas.
8. Terminado el proceso de cocinar el pescado en la mezcla de aceite/vinagre cuela el líquido que has usado y ponlo en alguna jarra que lo vamos a usar luego.
9. Prepara los botes, para ello los puedes esterilizar en el lavavajillas o bien hirviéndolos. En este post de conservas de espárragos te explico como esterilizarlos.
10. Una vez esterilizados ponemos un dedo del líquido de cocción reservado en el fondo de los botes y vamos rellenándolos con el bonito haciendo un poco de tetris para que queden el menor número de huecos posible.
11. Ya rellenos completamos con el líquido de las jarras. Un truco es meter una brocheta o un palillo para que salga la mayor cantidad de aire posible y el líquido llegue a todos los rincones. En este punto te cuento, puedes rellenar con ese líquido (que tiene un poco de vinagre) o únicamente con aceite, como tu prefieras.
12. Una vez llenos vamos a las tapas, que esterilizamos en el fuego y que ponemos sobre los botes dilatadas y calientes. Cerramos bien, media vuelta hacia un lado y luego hacia el otro.
13. Con los botes ya preparados los colocamos en la cazuela alta para hacer el vacío, los cubrimos con agua y los dejamos hervir allí durante dos horas.
14. Una vez pasado el tiempo sacamos los botes, los secamos, los dejamos boca abajo para ver que ninguno pierda.
15. Los botes estarán grasientos, los puedes fregar bajo el grifo tranquilamente.
Un tip: cuando quitas la piel y las espinas a las rodajas del pescado puedes quitar también la parte negra que es más fea. Juntas todas las partes negras y haces un bote de migas con ellas que te servirá luego para tortillas, etc. porque si bien son más feas también son ricas.
Y ya sólo te queda disfrutar durante todo el año de este más que rico bonito!
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