COOKIES DE PISTACHOS Y CHOCOLATE BLANCO

Para no repetir las cookies clásicas ayer les hice unas un poco diferentes, con chocolate blanco y con pistachos. También las hice con azúcar blanca en vez de morena.

El resultado muy rico (ya no queda ni una), aunque estéticamente, a mi gusto, quedaron un poco blancas, en comparación con las clásicas, y además, les puse un poco de azúcar glas por encima, aunque tengo que contaros que ¡a la primera en vez de echarle azúcar le puse sal! los botes en los que guardo la sal fina y el azúcar glas que hago yo son parecidos y me colé.

Menos mal que al ver que caía en grano me di cuenta del error y rectifiqué a tiempo con lo que todas quedaron con una capita de azúcar glas y ¡no de sal!.

Bueno sin más preámbulo vamos a la receta:

INGREDIENTES:

150 g de mantequilla
150 g de azúcar
1 pizca de sal
2 huevo
350 g de harina - 350
1 cucharadita de levadura química en polvo
100 g de pistachos pelados (la cantidad es orientativa)
100 g de lágrimas de chocolate blanco (la cantidad es meramente orientativa)

Mezclar la mantequilla con el azúcar y la sal hasta obtener una mezcla cremosa. Añadir el huevo batido y mezclar.

Juntar la harina con la levadura en polvo e incorporar a la mezcla anterior.

(Todo esto se puede hacer con la thermomix poniendo todos los ingredientes y mezclando unos segundos velocidad 5).

Pelar los pistachos y juntarlo con las lágrimas de chocolate blanco.

Incorporar estos dos ingredientes a la masa de las galletas y amasar un poco hasta que se incorporen.

Formar unas bolas redondas y disponerlas en una bandeja de horno forrada con papel de horno o con un silpat, tal y como se ve en la fotografía. Aunque las pongamos redondas la forma después de hornearlas será de
galleta.

Hornear en el horno precalentado a 175°C entre 10-15 minutos. Tener en cuenta que estas galletas tienen que estar blandas cuando se sacan del horno porque al enfriarse se endurecen, si se dejan hacer mucho más luego se quedarán como piedras.

Sacar del horno y dejar enfriar durante 5 minutos antes de ponerlas sobre una rejilla para que se acaben de enfriar.  

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