TAPENADE DE TOMATES SECOS, ACEITUNAS Y ALCAPARRAS Y COMO SECAR TOMATES

Bueno, creía que no llegaba para el reto que nos propusimos el pasado julio @hevatarjetadeembarque@juanaguindilla, @cocidodesopa, @cuuking, y @poleomentatejiendo pero ¡lo conseguí!. El reto consistía en un principio en secar tomates al sol pero luego a Heva se le ocurrió que hiciéramos una receta con los tomates secos que hubiéramos conseguido. Y en eso estamos.

Pues bien, comenzó mi andadura para secar los tomates y, aunque lo que intenté secar fueron tomates cherry, no había manera porque, aquí en el norte, el tiempo no me acompañaba y lo único que conseguía era tener un criadero de moho. Pero pillé por ahí a un informado que me dio una serie de claves y al cuarto intento lo conseguí!!! Siempre he sostenido que la vida es de los persistentes.

Los trucos que utilicé es forrar el fondo del cajón que usé de negro y luego ponerle un cristal por encima para incrementar el calor. El "secadero" quedó un poco cutre, pero fue efectivo. Tengo los planos para hacer un secadero de verdad pero no me daba tiempo, otra vez será. Otra de las precauciones fue cortar los tomatitos en rodajas finitas, cuanto más finas más o fácilmente se secan.
Una vez secos ya estaba en situación de poder empezar con la receta. Como hace tiempo que quería subir al blog una receta de tapenade que me encanta he aprovechado para hacerla, en este caso es un tapenade de tomates secos, aceitunas y alcaparras, este último ingrediente no puede faltar porque, según wikipedia, es precisamente el que le da nombre al plato.  

Vamos allá

INGREDIENTES:

El mismo peso de tomates secos hidratados y escurridos que de aceitunas (puedes hacerlo con negras o con verdes a tu gusto yo lo he hecho con negras)
pongamos por ejemplo 100 g de tomates secos y 100 g de aceitunas
aproximadamente un quinto del peso anterior de alcaparras escurridas para 100 g serían 20 g de alcaparras
1 diente de ajo pelado al que le hemos quitado el germen (si no te gusta mucho el ajo reduce cantidades)
40 g de aceite de oliva (para un peso de 100 g de tomates, sino dividir el peso de los tomates entre 2,5)
unas hojas de albahaca fresca
un poco de orégano seco
unas gotas de zumo de limón
Sal

MODO DE HACER

1. Lo primero sería hidratar los tomates con agua, escurrirlos y pesarlos. 

2. Pesar la misma cantidad de aceitunas sin hueso que el peso de los tomates hidratados.

3. Añadir el ajo al que previamente le hemos quitado el germen interior

4. Añadir el aceite de oliva, el limón, las hojas de albahaca picaditas y el orégano. 

5. Pasarlo todo por el procesador de alimentos hasta que quede una pasta, si ves que es demasiado espesa para tu gusto le añades un poco de agua de hidratar los tomates o bien un poco más de aceite, a mi no me ha hecho falta añadir nada.

6. Corregir de sal.

Esta pasta te sirve bien para comerla tal cual o bien como base para otras recetas. Si te sobra algo pues lo puedes meter en un bote y guardarlo en la nevera para usarlo en otro momento:




CRUMBLE DE ALBARICOQUES O ALBÉRCHIGOS UN BUEN POSTRE DE VERANO

Hace ya bastantes días que no publico y ya me estáis echando la bronca, en mi descargo decir que, aunque tengo varias recetas preparadas, fotografiadas, etc, no consigo sacar tiempo para poder subirlas al blog. Pero ya  estoy aquí de nuevo, y con un postre que me encanta para el verano: crumble de albaricoques, me gusta porque aunque es de horno no es pesado y se hace en un pis-pas, se utiliza fruta de temporada, como son los albaricoques o albérchigos como se les suele llamar por estos lares y, además no es excesivamente pesada. 

Además, a mi es un postre que me encanta para llevar, tanto si se trata de un pic-nic campestre como si vamos invitados y queremos llevar algo, y por qué? pues porque como no se desmolda te lo puedes llevar en el mismo molde en el que lo haces filmado y llegará en perfectas condiciones. 

.En la receta del crumble de fresas ya os conté que este tipo de tartas provienen de Inglaterra y en concreto tienen su origen en la escasez de alimentos en la 2ª guerra mundial que no permitía hacer las tartas a la antigua usanza con tartaleta y muchas veces incluso cobertura. Aunque el origen es la carestía estas tartas son realmente exquisitas.

Se pueden servir en frío pero son también exquisitas templadas y con un poco de helado, en concreto esta,, la de albaricoques, puedes servirla con helado de avellana o de vainilla.  ¿quién da más? 

INGREDIENTES:

850 g de albaricoque sin hueso (1 k con hueso más o menos)
40 g de maicena (harina de maiz)
zumo de medio limón (o de uno si te gusta el relleno con un punto ácido).
media cucharadita de sal gorda
180 g de azúcar (100 para el relleno y 80 para la masa)
80 g de harina
40 g de almendra granulada (puede ser molida)
30 g  copos de avena
60 g de mantequilla y un poco más para el molde
una pizca de canela
Optativo: un chorrito de amaretto o de licor de avellanas yo suelo añadirlo porque le da un toque muy especial. 

MODO DE HACER:

1. Cortar los albaricoques en trozos (si quieres puedes pelarlos pero yo los pongo sin sin pelar habitualmente).
2.Disolver la maicena con el zumo de limón, añadirle la sal gorda (si vas a añadir el amaretto este es el momento). Mezclar con los albaricoques en pedazos y con 100 g del azúcar. 
3. Untar el molde con mantequilla y poner en el los albaricoques,  
4, Precalentar el horno a 200º C.
4. Poner en un cuenco la harina, la almendra, un poco de canela (al gusto), los 80 gramos restantes del azúcar y la mantequilla cortada en cubitos. Mezclar bien con las manos todos los ingredientes, hasta obtener unas migas. No tiene que quedar una masa compacta sino que tienen que ser unas migas con la uniformidad que nos guste que quede al final el crumble.
5. Añadirle la avena a la masa arenosa anterior.
6. Repartir la mezcla anterior sobre los albaricoques cubriéndolos, hornear durante unos 20-25 min o hasta que la superficie esté doradita.